Las Edades del Hombre

"Las Edades del hombre"

David Méndez , Verano de 2009-retoque en marzo de 2012

Grafito y carboncillo , más filtros.

2518x3288,.2.6mb (original laid paper A4) 

Llega un día en que despertamos y no somos los mismos. Los ojos del joven Febo se abren a  un momento que creemos lejano y, sin embargo, como al amanecer le llega el ocaso, a la primavera el invierno,. al mortal le toca recorrer el ultimo peldaño de su existencia. 

Su tiempo, que es el nuestro ha pasado, la Parca y su cohorte omnipresente han venido a recoger un alma más, y ésta segadora inmisericorde no reconoce logros, sueños, afectos, momentos vividos ni a seres amados. Jueces, testigos o simples mirones de nuestra luz que se consume, son las propias acciones que inclinaran la balanza a favor o en nuestra propia contra cuando nos hayamos ido. Ser recordado o morir definitivamente en el gélido silencio del olvido, solo dependerá de nuestra obra en vida.  ¿Dónde radica la Inmortalidad?,. ¿Vivir una vida luchando por dejar nuestra impronta para no acabar siendo una sombra o, un mero recuerdo pasajero?.  

El anciano pacta un día más con la muerte pues la sabe cercana y ésta juega con él concediéndole una jornada para reflexionar antes de venir a por su premio final. Aferrado a su naturaleza representada en la lanza, el viejo Febo tiene como único compañero de vida a la poca humanidad que le queda, fiel a este como un perro y las túnicas roídas son su vestimenta cuando el dorado ropaje de la vanidad se hace demasiado pesado para vestirle.  

Estudio del boceto inicial, "el pacto" entre la parca y el anciano Febo, el perro y parte de la armadura.  Anciano y muerte son espejo deformado el uno del otro, pues cada uno tiene a su propio "ángel exterminador". 

Detalle de la Santa compaña  y los jueces o testigos, también llamados "actos o decisiones", sus manos destacan los gestos: Determinación o dictados de valor (arriba), Caridad y virtud (centro y fig. con gesto clemente), y  Cordura -La experiencia- (abajo). El rostro del demonio en el centro es la punta de la balanza.